La verdadera vida plena es aquella que sabe encontrar la paz y la alegría en cualquier cosa menuda, en cualquier encuentro sincero y limpio.Pero vivimos malos tiempos para la lírica y para cultivar y compartir emociones. Ahora todo es frivolidad. La caza de corazones solitarios en las discotecas y cafés de fin de semana, no van a evitar seguir aislados, seguir sumergidos en una gris y triste soledad. Los chats de internet, donde todo el mundo se presenta excelso y siempre mejor de lo que realmente es, no pueden sustituir al contacto directo, a los ojos que miran y que se apropian del alma y de la alegría del amigo, del amante...
Aferrarse a los trucos que ofrece el sistema: chats, discotecas... (donde no hay música ni músicos, simplemente ordenadores y drogas de diseño), conduce irremediablemente a una gran frustración, a una enorme y nueva decepción.
Aprender y ver que en nuestro entorno, en nuestra propia vida diaria tenemos todas y cada una de las respuestas anheladas, es el primer paso para no caer abatidos y recuperar la alegría.¿Por qué no llenamos de carteles las calles, bares, comercios, escuelas... de nuestros barrios, reclamando, solicitando esa compañía, esa ayuda, ese encuentro?
¿Por qué no hablamos directamente a los ojos a los que amamos, respetamos, queremos... y les decimos exacta y claramente lo que deseamos compartir..?
¿Por qué no abrazamos al amigo cuando lo encontramos inesperadamente?
¿Por qué no colocamos esa maceta vieja en un lugar privilegiado, para así contemplar y valorar las arrugas que tiene el cuerpo arcilloso que envuelve al cansado geranio?
¿Por qué no besamos los ojos y el contorno arrugado de la persona que tanto amamos?
No hace falta tener titulación universitaria o un gran caudal verbal para poder quedarse deslumbrado ante un amanecer, ante el paisaje desolado de una playa a mediodía...
No hace falta ser licenciado o experto en milongas para compartir una tarde divertida con cualquier persona amable, sincera...
Vivamos una vida sin pereza, sin prisas, sin dogmas...
Vivamos una vida llena de todas las cosas que nos ayudan a respirar, a caminar, a poder saborear los alimentos y las despedidas..

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